Pedófilo y pirata lo serán ustedes
Me saca de quicio los que van de benefactores de la humanidad dando con el mazo a todo dios, ruegos incluidos. Adalides de causas imposibles llevadas a ejecución de las más rocambolescas formas que sólo los elegidos saben ver y hacer. Por eso la clase de tropa necesita a unos salvadores que nos hagan ver la luz, o más bien las estrellas.- Sí, ésta es una historia muy crispada que el lector todavía está a tiempo de abandonar-. La prole de a pie nunca sabríamos salvar el mundo del comunismo quemando Vietnam, ni del fascismo sin una buena dictadura. No vislumbramos lo necesario que es tirar a misilazo limpio las casas de los ignominiosos terroristas palestinos, ni combatir al narco colombiano. Es más, ni la más privilegiada mente de la purria obrera entendería las maniobras de Microsoft para acabar con la pedofilia ni de la SGAE para frenar la piratería.
Al chat de Microsoft le debo muchos de mis Amigos (con mayúsculas). Podría haber sido por IRC, o por cualquier plataforma, pero ocurrió allí. Mas al señor Gates no le es rentable el asunto, debido a que no sólo se publicitan los más patéticos anunciantes, sino que hay mucha gente aburrida cuyo entretenimiento es tirar sus salones de charla, con el consecuente gasto. Así que la mejor forma de desembarazarse de este problema es dar cerrojazo. A diferencia del resto, la singularidad de la empresa del rey midas de la informática (también rey bug) es que siempre sabe salir a flote y sacar provecho de todo, y qué mejor que enterrarlo con honores aduciendo que aquello es un nido infesto de pedófilos. Es curioso, pero ni a los narcos, ni a los terroristas ni a los masones se les ha ocurrido usar el chat... Y es que los pedófilos son muy ingeniosos y terribles.
No tan peligrosos como los piratas que se dedican a robarles los suculentos beneficios a los magnates del disco, y de paso las migajas que recibían los autores. Por ello, la SGAE ha conseguido colarnos un canon en los discos vírgenes, vaya a ser que se nos ocurra quemar alguno con las presuntas canciones del verano. Me encanta este mundo donde un criminal con la pistola humeante es un presunto asesino mientras que los inocentes somos todos culpables de pensamiento, palabra, obra u omisión. ¿Pues saben una cosa? Que a mí nadie me acusa sin pruebas, y que pedófilo y pirata lo serán ustedes, aparte de otros muchos calificativos que no me hace falta aplicarles porque ustedes mismos se los atribuyen con sus actos. ¡Enhorabuena! Han conseguido irritarme, cosa difícil. Ahora déjenme en paz y váyanse a vender cubitos de hielo al polo norte.