El Peatón del Aire

Desde que se inventaron las velas con números todos superamos mejor el trance de un cumpleaños: Con menos aire se consigue viajar el mismo tiempo, y no ese incremento agobiante de menhires con mecha que acababan con los pulmones de cualquiera.

¡Veinticatorce años ya! ¡quién lo diría!. He superado a Cristo y estoy a punto de ganarle a Mozart, lo cual no me hace ni divino ni mágico pero me da una idea de lo difícil que es aguantar el viaje. ¡Que sigan las velas henchidas, rumbo a ningúnlugar!.

Me gusta jugar a ser insumiso del tiempo (algo que todos sabemos es imposible), así que nadie espere que con esta edad tenga yo ya familia, trabajo estable y una vida tan aburrida que mi única ilusión sea adquirir un vehículo más lujoso. Ahora toca celebrarlo por todo lo alto, que para eso me traje unas botellas de caldos de Panamá... ¿Una copita y un poco de tarta?