Mi plan para pacificar Palestina
Muy sencillo: puesto que ni cristianos, ni judíos, ni musulmanes, ni caballeros jedi, ni adoradores del Gran Pitufo son capaces de ponerse de acuerdo; puesto que todos consideran santa una tierra que sólo saben teñir de rojo y escombros; y que jamás de los jamases se perdonarán una deuda que ya no es de nadie, propongo:
EXPULSAR DE PALESTINA A TODO SER HUMANO.
Así de simple, pero efectivo: Muerto el perro, se acabó la rabia. Toda tierra santa para los conejos, pájaros, ratones y cucarachas, pues hasta éstas han mostrado más dignidad y sentido común. Ningún dios se considerará vencedor, pero si son tan grandes como dicen sus fieles sabrán anteponer la vida de éstos a la codicia y a su prima la vanidad.