El Peatón del Aire

Es rubio, alto, fuerte, con esa irresistible barbilla... Si estaba hecho para ella. ¡Qué parejita tan linda hacen! Ha hecho muy bien ella en elegir a tan apuesto galán y no a ese gordo y repugnante ogro. ¿Qué tiene él que ofrecer?

Ser ogro sólo está bien en las películas, domesticado en video o deuvedé para sacarlo a la luz cada vez que queramos ver una bonita historia con final feliz. Con esos finales que no somos capaces de tener pese a saber que Encantador es un gilipollas nato. Bueno, para eso están los amigos como Asno, para contarle lo patético que es tu príncipe.

Mientras, los Shrek de ciudad, desde nuestra ciénaga de cemento y ladrillo, suspiramos a la luz de la luna calculando a cuántos gramos estamos de la realeza. Impertinentes mollas contra turgentes pectorales, escuálidos jamelgos contra veloces corceles, mugrientas ciénagas contra majestuosos castillos. La realidad a gúgoles de distancia de la ficción.

Si Blancanieves nunca se escaparía con Mudito, ni la cenicienta le haría un feo a su galán con sus criados, ¿por qué Fiona iba a ser distinta? Dejémonos de rollos – de metraje -: Fiona elige a Encantador, no me cuentes más cuentos.