En defensa de Zapatero (sic)
Me parece increíble que esté escribiendo estas líneas. Una persona como yo, adalid de la libertad y la democracia, defendiendo a un partido de derechas. No a uno cualquiera, sino el que metió a España en la OTAN, a los insumisos en la cárcel y a los dineros en sus bolsillos. Pero como una cosa es el socialismo, otra el PSOE, y otra muy distinta el felipismo, desterremos el pasado (el socialista también) a favor del presidente electo: José Luis Rodríguez Zapatero.
Yo siempre fui de los de Anguita y no por converger en ideales, sino porque el señor se sabía muy bien la constitución. ¿Cuánto hace que no oigo hablar a un político de la Carta Magna más allá de los dos o tres artículos que todos nos sabemos? El desprecio por la Constitución y por las Cortes queda claro cuando la televisión nos muestra tanto sillón vacío, pero es aún más palpable en las declaraciones de mal perder de un partido, el PP, que aún nos debe muchas disculpas a los españoles: Prestige, Yak-42, guerra de Irak..
Yo me encontraba en Panamá por entonces, y la lenta burocracia me impidió votar, pero nunca he puesto en duda que Zapatero es el presidente elegido democráticamente por los españoles, y punto. Una voz soberana a la que no se le debe poner ningún pero. Un cántico que no se quiso escuchar cuando clamaba en las calles el No a la guerra, y eso se paga. Además, quién puede negar que los votos del hastío que ganó Aznar en su primer mandato puedan ahora pasar legítimamente a Zapatero.
Pero mi defensa va a ir un poco más, y arriesgando mi pellejo de librepensador, salgo en defensa de lo que en tan poco tiempo he visto. Defiendo la retirada de tropas, y vergüenza le debería dar a quien siga justificando tan estúpida guerra. Defiendo el gobierno en coalición, para que algunos catalanes dejen de llorar su inexistente marginación y por el valor democrático que ello tiene. Defiendo el carácter radical y novedoso que ahora parece tener el diálogo.
La experiencia me lleva a pensar que es una causa perdida, otra más a la que echar al saco: Las trampas dejadas por el anterior gobierno léase el caso astilleros -, la actitud de algún ministro mi defensa sólo es del presidente -, el inevitable desgaste que la política ejerce, algún medio de comunicación, y las puñetas que el futuro nos depara pondrán a Zapatero en el sitio que merezca. Ya tiene suficiente como para andar dudando de su legitimidad. Que esto es un país democrático, que no es EEUU, oiga.
PD: ¿Qué presidente hubiera sido elegido sin la masacre el 11-M? Y yo pregunto ¿Y qué presidente saldría elegido si Aznar se hubiera dedicado a contar chistes o estudiar inglés sin cobrar por ello del erario público, me refiero-? Un poco de respeto a las víctimas.