Tercer Aniversario en el Aire
Una vez se me ocurrió elevar un pie en el aire, y no me caí. En esa posición elevé el otro, un poco más que el anterior, y seguí erguido. Repetí la operación con el primero, y ya veía las hormigas pequeñitas como hormigas. A la media docena de zancadas alguien me espetó sobre mi locura y la prohibición tácita de no infringir ley establecida alguna, pero para cuando se dieron cuenta las autoridades yo ya estaba bastante alto.
Tres años después sigo explorando y explorándome, en este arriesgado sendero marcado por unos, a veces, totalmente inexistente, las otras. Ahora que el fenómeno está tan extendido y todo el mundo es capaz de gozar de un espacio para contar lo que destellan sus neuronas, es cuando más aprecio el trabajo del fundador de Blogalia, rvr, y la constancia de los que consiguen mantener su rinconcito activo pese a sus obligaciones diarias. Es para mí un honor compartir espacio con todos ellos.
No tengo mucho apego a los números ni a las estadísticas, así que nunca puse un marcador para ver cuánta gente me visita; ni siquiera sé si borjamari me ha citado alguna vez. Sé que hay gente que ha mirado al aire, me ha visto caminar y se ha dicho para sí lo fácil que puede llegar a ser. Gracias a todas esas personitas que se han molestado en leerme, opinar y enlazar.
Terminado el discurso, ya podéis meterle mano a la tarta. Mientras, escancio un poco de sidra, que vamos a brindar por muchos años más aquí, en el aire, y con todos vosotros.
¡Salud!