He recibido respuesta de la
SGAE respecto a la
historia anterior. Como algunos me anunciaban, poco caso iban a hacer de mi "denuncia moral", así que he escrito a
PROMUSICAE como me sugieren, a ver qué dicen.
Aprovecho para agradecer los mensajes de apoyo. Algunos me advierten que no servirá de nada, pero estamos en el año Quijote. Quizás pensamos que son molinos y sólo son gigantes (guiño a los lapidianos).
Adjunto la contestación de la SGAE y la carta a PROMUSICAE mencionadas:
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Respuesta:
Estimado Jorge Javier:
Gracias por contactar con la SGAE. En primer lugar decirte, que en SGAE,
los autores declaran sus creaciones, y éstas pasan a formar parte del
repertorio protegido y gestionado por la SGAE. Cada vez que una de estas
obras se interpreta, graba, representa, emite o proyecta, el autor percibe
los derechos que le corresponden.
Por ello, con respecto a tu sugerencia, recomendarte que te pongas en
contacto con Promusicae (antigua AFYVE) en la dirección:
www.promusicae.org
Sus datos de contacto son los siguientes:
PROMUSICAE
http://www.promusicae.org
Orense, 34 - 8ª
28020 Madrid
España
Tl. 91 417 04 70
Fax 91 556 92 72
e-mail: promusicae@promusicae.org
Esperando haberte sido de ayuda, recibe un cordial saludo.
Atentamente,
Atención al cliente SGAE
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Carta a PROMUSICAE:
Málaga, 21 de octubre de 2005.
Señores:
Me dirijo a Vds con una intrigante duda que apareció el mismo día que compré en mi tienda habitual de discos el último trabajo de Lapido. El que estuviera 3 ¤ por encima de su precio de 12 ¤ ya me escamoteaba, pero cuando me enteré que en casi ningún lugar se vendían a esa docena de euros, y que incluso en algunos grandes almacenes se llegaba a vender a 17 ¤ me escandalicé.
Estamos hablando de un incremento del casi 42% en un producto que es cultura, de autores de la tierra que tienen que echarse la manta a la cabeza para producir sus propios trabajos. De buenas ganas le daba esos cinco euros de más al maestro Lapido, pero me indigna que se los quede no ya en una pequeña tienda de discos que necesita subsistir, sino unos grandes almacenes.
Comuniqué esta denuncia moral a la SGAE, pero allí no piensan que esto repercuta en los intereses de los autores y me han dado su dirección para que les traslade la llamada de atención y “el mochuelo”. Si todos los vendedores de discos deciden aumentar del mismo modo los precios ¿dónde voy a comprar? Está claro que los trabajos de gente como Lapido los compraré originales, pero dudo mucho que me quede dinero para otros – y uno que no tiene otros vicios, se lo sacará de donde pueda, legalidad aparte.
Atentamente,
Jorge J. Frías
PD: Agradecería contestación a la presente.