El terror se apodera de mi pequeña ciudad. Como en las películas de serie Z japonesas, terribles monstruos amenazan con invadirnos, comerse nuestro pescadito, beberse nuestro pedrito - el vino dulce moscatel que colma los paladares y alegran las neuronas- y saturar nuestras calles con
largos atascos.
Podrían ser de cine, pero son de verdad. Las patéticas réplicas de Charles Chaplin y Luis de Funes - José Mª Aznar y Jacques Chirac - vienen mañana a la "muy hospitalaria" a provocar dolores de cabeza al sufrido malagueño de a automóvil, que no de a pie, puesto que por aquí el transporte público es santo de ninguna devoción.
Vendrán acompañados por unos diez mil "perperos" - con erre de robar -, que vendrán a protestar por el extinto PER. También habrá mucho pepero - sin erre, aunque no eximidos de pecado -, que agitarán sus banderitas para que no se les apolillen. No sé si alguno de ellos se pasará por la cripta de los que
murieron contra el absolutismo para tomar nota.
Otros monstruos ya se han instalado, como la
"palera" : un gigante de metal ahora, óxido más adelante, que ha generado gran polémica. No sólo por su innata fealdad, característica obligatoria de lo "moderno", sino más bien por la sugerente
pose de la figura. Somos demasiado guasones para este traje nuevo del alcalde.
Mucho "friki" en mi pobre ciudad, en duelo de caspa a muerte, como el que el
Doctor Malvedades mantiene contra lo establecido en el cine. ¿Qué hemos hecho nosotros para merecer esto? Aunque siempre hay alguien que está peor... Al menos aquí, la marea negra desaparecerá en poco tiempo, y estamos a salvo de "Fragazillas". Desde aquí mi solidaridad con el pueblo gallego...