Este fin de semana ha estado
Leo Bassi en Málaga representando su obra “La Revelación”. Quizás la mejor noticia es que
sólo ha salido en las páginas de cultura y no en la de sucesos, pues ha estado exento de cualquier ataque integrista.
Los tres días ha colgado el cartel de “no hay entradas”, pero yo tuve la suerte de encontrar una para la sesión de ayer domingo. Para quiénes aún no lo sepan, la obra es una crítica feroz a las tres principales religiones monoteístas. Así lo explica el autodenominado “bufón”:
>>El payaso irreverente
>>Vivimos una enorme paradoja. Nunca habíamos tenido tanta tecnología, nunca la ciencia había llegado tan lejos pero tampoco nunca en mucho tiempo había vuelto el pensamiento oscurantista de las sectas (cienciología... etc), fundamentalismos, y esoterismos varios con tanta fuerza.
En U.S.A, el 55% de los americanos piensan que la Biblia explica los orígenes del universo y que éste fue creado hace tan solo 6.000 años. Uno de los grandes acontecimientos que se discuten en los tribunales de EE.UU. es saber si Darwin y la Evolución deben ser enseñados a los niños en las escuelas.
Aquí, los Legionarios de Cristo y otros fundamentalistas cristianos, inspirados por un viejo Papa intransigente, intentan despertar los viejos demonios de la represión sexual situándose ideológicamente no muy lejos de sus viejos rivales monoteístas del Islam.
Parece mentira, pero hasta en la nueva constitución europea, el texto final dio lugar a duras batallas para saber si se debía incluir o no un apartado citando las raíces cristianas del continente y sin embargo no se dedicó ni una palabra en cuestionar si la filosofía griega y latina merecían también un reconocimiento como pilares fundamentales que son de Europa.
Los Bufones, antigua institución y parte también esencial de la tradición europea —magníficos transmisores del importante derecho de poder burlarse de todo del que tampoco se habla en la nueva constitución—, siempre han luchado contra el oscurantismo junto a los intelectuales, los creadores y todos los hombres libres en defensa de la razón.
Yo, Leo Bassi, como bufón que soy, siento que ha llegado de nuevo el momento de comenzar la lucha por salvar la inteligencia.
En nombre de Descartes, Averroes, Sócrates, Confucio, Kant, Einstein y de los filósofos y científicos de todos los tiempos, yo digo “¡Hasta los cojones!” de tanta superstición, de los mercaderes del oscurantismo y del miedo.
Prepárense: Ha llegado la hora de la nueva “Revelación”.
Durante las más de dos horas que dura el espectáculo Bassi procura por todos los medios convencer al creyente de que abandone su fe usando todas las argucias, tanto verdaderas como falsas – como él reconoce -. El resultado es un espectáculo mordaz, hilarante, sorprendente, incluso en momentos de tremenda seriedad como cuando se citan los atentados suicidas. La broma aparece mucho menos ofensiva que los verdaderos popes de las iglesias, pues son a éstos donde van destinadas la mayor parte de las críticas.
Tras el acto, tuve la suerte de charlar con él durante unos minutos mientras se tomaba una cerveza. Me comentó lo vacía que está toda la teología, y los problemas que ha tenido por culpa de los integristas católicos – el mayor de ellos, el intento de atentado con bomba -. Ahora comienza una gira en Mallorca. Desde aquí recomiendo a quiénes tengan la oportunidad de verle que no la dejen pasar. Pocas veces podrán ver un espectáculo tan crítico, incluso con el público.