Lo dice el horóscopo de
La Razón: Toda relación tiene sus altibajos, ya vendrán tiempos mejores. O sea, uno de cada doce humanos – considerando una probabilidad uniforme de nacer en cualquier fecha del año – lo chungo con su pareja. Peor me tiene que ir a mí, que ni siquiera tengo. Los cabrones de los astros han decidido jodernos la marrana y sólo hay dos opciones: Aguantar el chaparrón o cambiar... de horóscopo, que
ABC y
Yahoo aseguran que todo va de perlas.
Mi hora de la suerte era, según el portal, las 3 de la tarde, justo al entrar a trabajar. Vaya momentos tan afortunados tener que renunciar al sagrado vicio de la siesta para rendir culto al dios de la pela. También dice que mi número de la suerte será el 36, lo que no especifica si encontraré zapatos rebajados a ese precio, o será la cantidad de besos que me darán hoy; pero me temo que la predicción se refiere más a lo primero que a lo segundo. Las estrellas determinan, no hacen milagros.
Problema de lógica: Un soldado aries de alfalandia mata a un soldado aries de betadonia en un valeroso acto de guerra que le vale la medalla al mérito. ¿Cómo saldría su común horóscopo en las rotativas? “Amistad: Desconfía del enemigo. Trabajo: Aprovecha tu oportunidad, no te dejes atropellar o de lo contrario lo pagarás caro. Posibilidades de ascenso”. La cábala siempre acierta, el betadonés tendría que haberla leído en el desayuno en vez de perder el tiempo con las páginas de deporte. Al enemigo, ni agua ni un periódico.
Está claro que hoy no es un buen día para los de mi signo. Para los que tenemos que ganar el pan con el sudor de las axilas, los que sólo nos comemos las rocas de pan, los gilicornios o los capriostios. Mi color de la suerte, el de los billetes de 500 euros que me encuentre, y mi número, el de las personas que tengo el honor que me lean. Mi animal, la langosta en cualquiera de sus especialidades culinarias; y mi planta, la que tenga un buen piso a pagar en cómodos plazos. ¿Cómo será mi futuro? Ni idea, sólo sé que como buen aries, no creo en los horóscopos.