Carta abierta a mis amigos del PP
Hola Juan Manuel, hola Víctor. ¿Cómo estáis? Espero que os vaya tan bien como la última vez que supe de vosotros, hace ya bastante tiempo. Difícil es ya que nos encontremos en la calle, por lo que significan vuestros cargos y lo ocupado que estaréis. Hoy quiero que dediquéis un minuto a estas, mis humildes palabras.
A ti Juan Manuel, quiero pedirte que recuerdes cuando jugábamos en el patio del colegio, junto a la cárcel. Piensa en tantos compañeros que tenías, que están orgullosos de tu carrera política, y que hasta habrán votado a tu partido. Esos que antes llenaban aulas y ahora forman pueblo. Escucha su clamoroso grito de “No a la guerra”, y díselo a tus colegas de partido. Es un grito sin signo político, pese a que sea popular como dice ser tu partido. Ayúdanos a detener ese despropósito que es la guerra. A ti que eres portavoz adjunto en la Comisión de Ciencia y Tecnología en el Congreso, lleva este mensaje de paz y progreso a los tuyos.
Víctor: Juntos hemos pasado buenos momentos, siempre te he tomado por persona pacífica. Nunca has dicho una palabra disonante, ni has buscado bronca. Ni siquiera le has seguido el juego a quien te ha buscado las cosquillas. Sin embargo, sé que has vivido la violencia y la intransigencia de cerca. Tú que has llevado el féretro de Martín Carpena sobre tus hombros me comprenderás cuando te pido que lleves el “no a la guerra” a tus compañeros de partido. Diles que los vecinos de tu distrito no quieren ser cómplices de la destrucción que se está perpetrando en Irak.
Siempre me he jactado de tener amigos en todos lados, y nunca me he avergonzado de sus actos. Por eso sé que no me vais a defraudar, y que vais a llevar este clamor popular a vuestro partido idem. Entre todos podemos parar esta cruel guerra.