No sé si le pasará a otros lectores, pero últimamente me cuesta seguir la jerga bitacoril, y es que cada vez es mayor el número de definiciones relacionadas con este mundillo, y más complejo su significado. A las tradicionales “blogosfera”, “blogalita”,
“blogómetro”..., se añaden otras como
“blogolución” o “bloguicharla”. Uno, que va en el vagón de cola de este tren, se ha permitido el blogolujo de inventar un pequeño blogocabulario para no iniciados y torpes en general. Sirva como homenaje a quienes van por delante, innovando, en este cada vez más fascinante mundo:
Ablogado: Señor que ha estudiado derecho y escribe torcido en este rincón de la red. Seguro que hay más de
uno y de
dos perpetrando nada bueno.
Blogar: remar, generalmente contracorriente.
Blogera: Estado de cansancio en el que uno se siente flojo y le impide actualizar su blog o simplemente le incita a escribir una chorrada como esta.
Blogilia: Estado de ayuna y abstinencia bitacoril.
Blogodependencia: adicción a escribir y leer bitácoras, dándose chutes de comentarios a destajo.
Blogolvido: Donde van a parar esas bitácoras que no se actualizan.
Blogostiazo: Caída del servidor donde se hospeda nuestra bitácora.
Blogoyeur: Persona que se dedica a mirar los contenidos de los blogs sin escribir comentario alguno.
Diablog: maligno ser, encarnado en la persona de
rvr, que va reclutando almas en pena a su blogoinfierno.
Freblogático: manicomio para blogalitas. Pronto necesitaremos uno.
¿Alguien se anima a poner alguna más?