Hoy hay fiesta de aniversario en el Aire. Las nubes se engalanan de blanco y las aves cantan al son del persistente Lorenzo como otro día de Mayo cualquiera ahí en la tierra. Mas en este diminuto rincón de la
bitosfera celebramos que hace justo un año comencé a dar un paso, y luego otro, y otro más; y antes de que nadie se diera cuenta ya estaba yo paseando en el Aire y violando las leyes del absurdo.
He encargado un inmenso pastel de chocolate relleno de agradecimientos, porque son muchos y sentidos los pedazos que he de repartir. Empezando por
rvr, que generosamente me cedió una parcelita donde edificar mis historias, y al resto de compañeros arpíos como
El Pez,
Gargantua ,
Sanantón, o
José Luis por citar algunos - , cuyas narraciones me introdujeron indirectamente en este fascinante mundo.
Durante este año he conocido a gente muy interesante, que han ido encolándose en mi lista inconclusa de viandantes. Quiero que os hagáis partícipes de esta fiesta, pues de vuestras historias, lecturas y comentarios se han nutrido mis ánimos. En esa mesa tenéis los refrescos y en aquella otra patatas, frutos secos y algunos bocatas. No os cortéis y tomad lo que os apetezca, que estáis en vuestra casa.
Tarta de chocolate a la que seguro que no harán ascos mis amigas y blogalitas
Yamisa y
Gae, junto al último incorporado
Oze. Así me perdonarán el haberlos enrolados en
Blogalia. No sólo amigos escritores, sino lectores como Maika, quien se imprime todas mis historias y se lee hasta esos pestiños que de vez en cuando escribo. De algunos de mis lectores apenas sé el nombre, como Miriam D., a la que mando un beso desde el otro lado del charco.
Que no me olvido de nadie, que si sigo así voy a escribir demasiado rollo. Anda, venid todos. Descorcho la sidra y brindo porque sigamos viéndonos muchos años más aquí en el aire, en mis
otros proyectos, o en cualquier otro lugar. Salud y felicidad para todas y todos.